Adoptar una mascota es un acto de amor y responsabilidad. Antes de hacerlo, evalúa:

  • El espacio en tu hogar.
  • Tu tiempo disponible.
  • Los recursos económicos para cubrir alimentación, cuidados médicos y bienestar.

Recuerda que una mascota no es un objeto, sino un compañero que merece respeto, paciencia y cariño.

La adopción implica compromiso de por vida. Al abrir tu corazón y hogar, no solo cambias su destino, también transformas el tuyo con lealtad y amor incondicional.